¿Cada cuánto se debe sustituir un interruptor de la luz?

Uno de los dispositivos eléctricos más simples que podemos encontrar en un hogar son los interruptores de la luz. Esta simplicidad les permite también ser muy duraderos y fiables, y todo esto sin necesidad de mantenimiento. Aun así, hay que estar atento a cualquier desperfecto que puedan sufrir.

El primer interruptor de luz de apertura rápida se inventó en 1884, y el primer interruptor de tecla en 1916. Desde entonces, los diseños (de los componentes internos, al menos) no han cambiado mucho. Y pese a ser uno de los elementos eléctricos más utilizados en su casa, no es necesario sustituirlos con demasiada frecuencia.

No hay un tiempo recomendado para sustituir un interruptor de la luz. Sólo hay que cambiarlo si el interruptor empieza a fallar. Los interruptores de luz suelen durar 20 años o más sin ningún problema.

¿Existe un tiempo de uso recomendado para sustituir un interruptor de luz?

Hoy día la mayoría de los fabricantes de dispositivos para el hogar recomiendan tiempos máximos de usos de sus aparatos o partes de estos. Estos tiempos para reemplazar los dispositivos tienen como objetivo garantizar la seguridad del usuario.

Sin embargo, en el caso de los interruptores de luz no existe una vida útil recomendada, porque se podrán usar indefinidamente hasta que el interruptor comience a fallar y se vuelva inseguro. Aunque lo más probable es que sus interruptores no fallen nunca.

Lo cierto es que mucha gente cambia sus interruptores de luz cada cierto tiempo, sin embargo, este cambio no es motivado por la seguridad, sino por la estética. Los interruptores de la luz fabricados en materiales plásticos tienden a perder color con el tiempo, perdiendo su poder decorativo inicial.

También suelen sustituirse cuando alguien redecora su casa y pinta las paredes de otros colores. Otro de los motivos por los que se sustituyen los viejos interruptores es para instalar interruptores inteligentes, los cuales pueden ahorrarle dinero a largo plazo.

¿Cuánto dura un interruptor de luz?

Ya dijimos en la introducción que los interruptores de la luz pueden durar tanto como la propia vivienda. Los interruptores que vemos instalados en nuestras casas suelen ser diferentes a los originales, no porque fallaran sino obligados por alguna actualización en la instalación eléctrica de acuerdo con las regulaciones nacionales de cada país (REBT España).

Algunas personas conservan los interruptores más antiguos, pero solo la carcasa exterior. Por norma deben reemplazar los componentes internos, pero para los embellecedores conservan las carcasas y llaves estilo retro.

Un interruptor podría durar “para siempre” gracias a su simple mecanismo interno y al poco estrés al que están sometidos. En posición de apagado, los interruptores no sufren ningún esfuerzo, mientras que en posición de encendido cierran un circuito con una carga muy pequeña; la bombilla.

A mayor carga, más corriente circula por los cables y otros componentes del circuito de iluminación. Por ello, los interruptores de luz sufren más si hay más bombillas que encender, o estas bombillas tienen mayor consumo.

Los interruptores de luz de casa, en el peor de los casos, apenas soportan cargas de 100W – 200W. Y ahora con el uso de bombillas LED es muy raro que lleguen a esas cargas tan elevadas. Por otro lado, el mayor estrés no lo sufren todo el tiempo que la bombilla está encendida, sino durante los milisegundos del proceso de encendido.

¿Los interruptores de tecla duran más que los reguladores?

Todo lo que acabamos de decir respecto a los interruptores tradicionales no aplica a los reguladores o interruptores de atenuación. Esto se debe a que los interruptores clásicos tenían una vida útil muy alta gracias a su simple construcción y funcionamiento.

Los interruptores clásicos apenas tienen estos componentes:

  • La tecla de accionamiento
  • La carcasa exterior
  • Los conectores
  • El mecanismo de accionamiento

Como pasa con otros dispositivos, cuantos más componentes se necesitan para que un determinado aparato funcione, más posibilidades hay de que alguno falle. Para que un regulador pueda atenuar la luz hasta un nivel determinado, se necesitan más componentes que los requeridos en un interruptor normal.

Los reguladores suelen tener en su interior los siguientes componentes:

  • El dial de accionamiento
  • La carcasa exterior
  • Los conectores
  • Un Triac
  • Un Diac
  • Un condensador
  • Un mecanismo de accionamiento

Como la corriente eléctrica realiza más recorrido y sufre más cambios en el interior del regulador, aumentará la generación de calor, el cual desgastará al regulador con el tiempo.

Siempre que el dimmer sea de calidad y su uso sea el correcto (usando bombillas LED regulables), este durará al menos una década sin alterar su funcionamiento.

Dentro de los reguladores, el componente más sensible es el condensador. Por ello, cuanto mayor sea la calidad de los condensadores, más tiempo funcionará el regulador sin inconvenientes. Cuando estos condensadores se deterioran, las bombillas LED comenzarán a parpadear y hacer ruidos extraños.

¿Cuándo se debe sustituir un interruptor de luz?

Ya tenemos claro que sustituir un interruptor de luz es algo poco habitual y que, de hacerlo, en la mayoría de los casos será por un motivo estético o normativo. Sin embargo, habrá situaciones donde debamos realizar la sustitución por motivos de seguridad.

Defectos físicos visibles en el interruptor

Si hemos golpeado el interruptor por accidente, ya sea en la carcasa o en la tecla, puede hayamos agrietado el plástico o causado alguna abertura.

A priori puede parecer tan sólo un defecto estético, pero en su interior se producen pequeños arcos eléctricos durante el encendido y apagado de las luces. Por este motivo es mejor reemplazar el interruptor y evitar contactos indirectos si el defecto va a más.

Sonidos de arco eléctrico continuado

Que se produzcan arcos eléctricos en el interior de un interruptor es normal. Cada vez que se enciende o apaga un interruptor se produce un pequeño arco eléctrico. Sin embargo, si este arco eléctrico es sostenido en el tiempo, con la luz encendida o apagada, es señal de que algo va mal y es mejor reemplazar el interruptor.

Siempre que se produce un arco eléctrico, este produce un pequeño sonido, que individualmente es imperceptible pero cuando es continuado se manifiesta muy evidente.

Calentamiento del interruptor

Al igual que los pequeños arcos emiten sonido, también producen calor. Este calor es emitido es muy pequeño y se limita al encendido o apagado. Sin embargo, si el arco se produce repetidamente durante el tiempo que la luz permanece encendida o apagada, el calor puede llegar a la carcasa y la tecla.

Si cuando tocas un interruptor de luz lo notas caliente, debes sustituirlo inmediatamente, ya que hay potencial riesgo de incendio.

Apagado repentino de la luz

Si los contactos internos del interruptor se desgastan en exceso, puede darse la situación de que el interruptor no pueda aguantar en posición cerrada por mucho tiempo y se interrumpa el paso de la corriente repentinamente. Si tu interruptor se acciona por sí solo, debes proceder al reemplazo de este.

Defectos en la tecla o el mecanismo de accionamiento

De los pocos componentes que tiene un interruptor de luz, la tecla y el mecanismo de accionamiento son los dos que más desgaste sufren. Si al accionar el interruptor sientes que alguno de estos componentes está suelto o no ajusta como debiera, es mejor sustituir el interruptor completo.

Zumbidos en el interior del dimmer

En el caso de los dimmers o reguladores de atenuación, aplican todos los casos anteriores más la emisión de sonidos en forma de zumbidos. Un regulador que funciona correctamente no debería hacer ningún ruido mientras que la luz está encendida, y si lo tuviera, este debería ser muy débil.

Si escuchas un zumbido cada vez más fuerte en tu regulador, es señal inequívoca de que tienes que reemplazar el regulador.