¿Has visto muchos interruptores de luz fallar a lo largo de tu vida? Probablemente no recuerdas el último. Esto es debido a que tienen un funcionamiento muy básico, con pocos componentes que puedan fallar después de incluso miles de usos. Un interruptor de luz puede durar décadas sin presentar problemas.

Sin embargo, al igual que cualquier mecanismo mecánico/eléctrico puede fallar en algún momento. Como su función es abrir y cerrar un circuito eléctrico, hay que prestar atención a cualquier malfuncionamiento para evitar problemas mayores.

Es improbable que un interruptor de luz defectuoso provoque un incendio, aunque podría sobrecalentarse en exceso debido a un desgaste interno y producción de arcos eléctricos. Si el interruptor funciona mal este afectará más negativamente a la bombilla que así mismo.

Partes de interruptor de luz

Como dijimos en la introducción, un interruptor de luz apenas tiene componentes internos:

• La tecla de accionamiento. Este es el componente sobre el que actuamos para apagar o encender una luz. Se fabrican en materiales plásticos u otros materiales aislados para evitar que una corriente de fuga alcance al usuario.
• La carcasa exterior. Esta es la otra parte que se observa desde fuera y sirve para cubrir todo el mecanismo interior. También se fabrica de materiales plásticos u otros materiales aislados.
• Los conectores del mecanismo de accionamiento. Estos conectores son los encargados de cerrar o abrir el circuito tras el accionamiento de la tecla. Se componen de pequeñas piezas metálicas y plásticas.
• Los cables que llegan al interruptor de la luz. Los cables son los que traen la corriente al interruptor y se unen con los conectores a través de una pieza metálica con un tornillo.

Parece que hay dos componentes, que trabajando en conjunto, podrían provocar ese “potencial incendio”. Nos referimos a los conectores del mecanismo de accionamiento y a los cables, ya que son los únicos componentes por los que pasa corriente.

¿Cómo puede provocarse un incendio en un interruptor de luz?

Si el mecanismo de accionamiento se quedara bloqueado en una posición semicerrada podría provocar un pequeño arco eléctrico que sobrecalentaría el mecanismo y los cables. Sin embargo, el calor provocado por este arco no sería tan elevado como para derretir los materiales internos y mucho menos para incendiarlos.

Además, hay tener claro que NO hablamos de un cortocircuito, donde fase y neutro entran en contacto. Este arco se produce porque hay “una carga” o resistencia en el extremo del circuito (la bombilla), por lo que este arco acabaría fundiendo esa bombilla y el arco ya no se produciría.

Detectar la presencia de un arco eléctrico es muy sencillo cuando apagamos o encendemos una luz por la noche. El arco eléctrico es más rápido que el tiempo que tarda la bombilla en encenderse por lo que podremos ver un pequeño destello en el interior del interruptor.

Más que un peligro de incendio, un arco eléctrico es tiene un potencial peligro de electrocución, por lo que si detectas uno hay que intervenir lo antes posible.

Si el interruptor comienza a producir arcos, lo más probable es que el mecanismo de los conectores internos se haya desgastado o roto por lo que es mejor sustituirlo por uno nuevo.

También pudiera ser que los cables de red se hayan aflojado del mecanismo lo cual será sencillo de solucionar. Si desmontas el interruptor esto se apreciará inmediatamente.

¿Se pueden arreglar los interruptores que producen arco eléctrico?

Si somos estrictos con la realidad, todos los interruptores de la luz producen un pequeño arco eléctrico al pasar de la posición “cerrado” a “abierto”. Sin embargo, este mínimo arco está estudiado y calculado por los fabricantes para que no suponga riesgo alguno, ni de electrocución ni de incendio.

De modo que incluso si ves un pequeño arco cada vez que enciendes o apagas la luz no deberías preocuparte demasiado. Este arco apenas producirá calor, que además se disipará en cuestión de segundos, por lo que no hay nada que arreglar.

Para evitar problemas no apague y encienda la luz de forma muy rápida, como cuando éramos niños, que nos fascinaba aquella bombilla que reaccionaba tan eficazmente a nuestras ordenes. Si se producen múltiples pequeños calentamientos muy seguidos, esto si podría ser un problema y un riesgo de incendio.

¿Cuándo debo sustituir un interruptor que produce ruidos y arcos?

Hasta ahora hemos hablado de arcos que se producen durante el encendido y el apagado, sin embargo, la situación cambia completamente cuando los arcos se producen sin que el usuario accione la tecla.

Las bombillas están preparadas para encenderse o apagarse cuando nosotros accionamos el interruptor de la luz y detenemos o iniciamos el paso de la corriente hacia la bombilla. Esta corriente debe ser constante y sostenida en el tiempo.

En el caso de que se esté produciendo un arco durante la posición de encendido o apagado, quiere decir que habrá un paso intermitente de corriente hacia la bombilla y esta parpadeará hasta eventualmente romperse.

Cuando esta situación se da, aparte de los ya mencionados arcos eléctricos, nos encontraremos con sonidos de crepitación. Esta es la situación más peligrosa con la que podemos encontrarnos y por tanto requiere una actuación inmediata.

Lo primero que debes hacer es retirar la bombilla del portalámparas y dejarlo vacío. Para esta operación debes acudir al cuadro de protecciones de la casa y bajar el interruptor automático número 5 (en España), que es el que protege el circuito de iluminación. Si tu cuadro de protecciones es distinto o no está marcado, bajá todas las protecciones.

Una vez no la bombilla se ha apagado y se ha enfriado, retira la bombilla ayudándote de un trapo seco. Después puedes volver a levantar las protecciones del cuadro eléctrico. Tanto el sonido como el arco deberían haber desaparecido.

NOTA: Si tras desenroscar la bombilla se sigue produciendo un arco, se trata de un cortocircuito y debes llamar a un electricista inmediatamente. Por algún motivo, fase y neutro están en contacto y las protecciones de tu casa no han actuado.