Los LED se están convirtiendo rápidamente en el método preferido para iluminar hogares, oficinas, espacios comerciales, etc. No cabe duda de que se trata de una alternativa muy eficiente y de menor consumo que las bombillas tradicionales.

Al mismo tiempo, la tecnología no es tan simple como un filamento caliente que se calienta para emitir la luz. Los LED son más parecidos a los ordenadores que a las bombillas. Por eso, comprar y configurar un sistema de iluminación ideal requiere un poco más de lectura y, en algunos casos, sacar los mejores números.

El índice de salida de luz (LOR) mide la eficiencia de los aparatos o luminarias que albergan una bombilla. La medida es un porcentaje, que se obtiene dividiendo la salida de lúmenes de la luminaria por la salida de lúmenes de la bombilla.

¿Qué es el índice de salida de luz?

En pocas palabras, el índice de salida de luz (del inglés Light Output Ratio, o LOR), es un número que nos indica la cantidad de luz de una bombilla o lámpara que se emite realmente una vez colocada dentro de un aparato o luminaria.

Nota: No confundirlo con el índice de reproducción cromática.

O, un poco menos sencillo, el LOR se describe como “la relación entre el flujo luminoso de la luminaria y los lúmenes de las lámparas utilizadas” según el código de normalización UNE-EN 13032-2:2018.

Se expresa en forma de porcentaje.

Por ejemplo, usted tiene una bombilla con un valor de 1.000 Lúmenes y la utiliza en una luminaria con un LOR del 80%.

De este modo esa luminaria ofrecerá un valor de 800 lúmenes una vez instalada la bombilla. Entonces el 20% del total de la bombilla son lúmenes perdidos.

En muchas ocasiones, este concepto se confunde con las pérdidas de la bombilla, que se expresa como Eficacia Luminosa.

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¿Qué información nos ofrece el índice de salida de luz o LOR?

Entonces, para un usuario cualquiera de bombillas para el hogar, ¿qué significa el LOR para usted y qué indica exactamente?

El LOR es una medida de la eficiencia de una luminaria que mide la cantidad de luz que se “pierde” o queda atrapada en su interior.

Es un concepto bastante sencillo de entender. Cuando se tiene una bombilla desnuda, ésta emite luz en todas las direcciones excepto hacia la base o la parte del casquillo.

No se pierde nada de luz, y se trata de una bombilla con su 100% de luminosidad o el índice de lúmenes por el que la compró, y que normalmente puede leer en la caja.

El problema surge cuando se coloca la bombilla en un aparato o accesorio y se observa la luz neta que se emite realmente y que se puede ver, debido a la construcción del aparato.

Una vez que se calcula el nuevo rendimiento o flujo luminoso de la luminaria, se puede comparar con los lúmenes previstos y obtener la relación de rendimiento luminoso.

Las mejores luminarias tienen un LOR entre el 80% y el 90% (focos empotrados en el techo). Algunas normas de construcción fijan hasta en el 60% el porcentaje mínimo de LOR que puede tener una luminaria determinada para evitar el despilfarro.

Imagínese tener bombillas brillantes de alto lumen en luminarias que consumen más del 40% de la luz. Eso anula el propósito de tener bombillas de bajo consumo en primer lugar.

Los diseñadores utilizan la lectura del LOR para decidir el mejor tipo de luminarias y accesorios que queden bien, sin restar eficacia a la bombilla que llevan dentro.

Hay que tener siempre en cuenta que, a pesar de lo que puedan afirmar algunos fabricantes, ninguna luminaria tendrá un LOR del 100%. Siempre se pierde algo de luz en el interior de las luminarias y accesorios.

¿Por qué el índice de salida de luz o LOR es una medida importante?

Imagino que ha escuchado más de una vez la frase de “una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil”.

Por muy alta que sea la calidad de sus bombillas, si el cableado, los interruptores o las luminarias no están a la altura o no funcionan con la misma eficacia, el rendimiento de la bombilla también se verá afectado.

Ahora que sabe un poco sobre cómo la relación de salida de luz puede afectar radicalmente a la luminosidad de sus bombillas, puede tomar una decisión más inteligente sobre los productos que rodean a la bombilla.

Supongamos que ha estado investigando y ha decidido que para tu salón necesita bombillas de 1.500 lúmenes para tener la zona brillante y bien iluminada. El siguiente paso más lógico sería comprar bombillas de aproximadamente 1.500 lúmenes.

Sin embargo, lo que no ha tenido en cuenta es del índice de salida de luz del aparato de iluminación, y probablemente ni siquiera sepa cuánto es ese número. Un índice de salida de luz o LOR bajo significa problemas.

Como resultado, la habitación estará muy poco iluminada al final del proyecto, y no encontraría el motivo.

Obviamente, las bombillas han perdido luz dentro de la instalación, lo que ha reducido los lúmenes útiles o la luminosidad de la habitación.

Aquí es donde el conocimiento del LOR podría haberle ayudado a conseguir un resultado final más realista. Comprar bombillas con más lúmenes habría solucionado el problema de forma muy sencilla y, en retrospectiva, parece muy sencillo.

¿Cómo se calcula el índice de salida de luz?

Definitivamente, parece una especificación lo suficientemente importante como para conocerla antes de comprar la luminaria o las nuevas bombillas.

Pero sabiendo esto, ¿cómo se mide el índice de salida de luz, si por ejemplo, no se menciona en la hoja de especificaciones de la lámpara que compramos?

O si sospechas que el fabricante ha declarado una cifra muy equivocada… pero me temo que no hay mucha regulación en la industria para este tipo de lecturas.

Para tener una idea básica del LOR, puede medir usted mismo los lúmenes que se emiten, utilizando un luxómetro:

Determinando los lúmenes que se emiten una vez que la bombilla está en la lámpara y dividiéndolos por los lúmenes nominales de la bombilla, puedes calcular el LOR de la luminaria.